sábado, 25 de junio de 2011

Sin Palabras

 Hay tanta letra que quisiera mezclar en este texto, tantos acontecimientos de la última etapa de mi vida, de estos cinco meses que han sido vertiginosos e intensos, no solo para mi, sino más bien el mundo en que me muevo va cambiando, así como mi país y la sociedad misma. Hijos, amigos y demás son parte de este ecosistema rico en matices que va tomando fuerza en mi cabeza. Pero como siempre, cada día que avanzo dos pasos, algo debo hacer para fallar. Al parecer, estoy programado mentalmente para meter la pata.
 No viajé a Rosario, por lo que la oportunidad de trabajar en lo que me gusta, se reduce a una nueva entrevista a programar para fines de Agosto o principios de Septiembre (muy probable es que pueda ser incluso posterior a esa fecha), lo que me jode los planes, tener que estructurar todo nuevamente, comenzar con otras rutas de escape y orden. Agregar a ello el tema con Matías y su madre, quien no comprende que nuestro hijo importa más que cualquier deseo personal, cualquier pareja o vida con quien se supone es la persona que le ama y respeta. Dudo seriamente de la salud mental de Lucrecia, dados los acontecimientos actuales, lo que lleva a que actúe con mayor premura, adelantando mis planes respecto a cambio de casa y comprar mi propio espacio, a ser responsable de mi vida y mis actos, lo que lleva a la tercera parte de esto....ser responsable, que tanto me cuesta, tan cómodo me siento solo en el rol de hijo, haciendo las veces de papá de lejos, no estando presente en la vida de Pascual o Matías como debió ser, sino permitiéndome justificar cada mierda que hice con mis "traumas" del mes, con mis errores y sobretodo con la manoseada historia de fallos paternos que tengo a cuestas. Mierda, tengo 34 años, voy para los 35 y aún no soy completamente independiente. No hay mucho que agregar sobre ello, la verdad es que el cambio ha costado más de lo que pensé, y por primera vez me hubiese gustado que Joanna estuviese a mi lado para hablar simplemente, pero eso es otra cosas que simplemente estropeé, y nunca supe como arreglar.
  No siento más que el peso de estos detalles por hoy, la verdad es que no siento más que ganas de luchar y seguir adelante por ahora, deseando que pueda cambiar, con ganas y actos que a ello me llevan, pero cuesta, me cuesta dejar atrás tanta porquería. Y en estos momentos, lo único que me llena es ver la sonrisa de mis hijos, sentirlos cerca y verlos crecer. Para mi, son la razón perfecta de este cambio que sigue, que se alarga y dilata a veces, pero que sé bien que lograré.
  En cuanto a mi corazón de hombre, no es tiempo de hablar. He entregado mucho aunque no bien, pero necesito comprender que es lo que debo hacer con mi alma. Amo, eso si, a una mujer maravillosa, solo que aún no es tiempo, me conformo con admirarla, con quererla y respetarla por quien es y lo que es. No espero más por hoy, no necesito más, simplemente no fallarle con lo que ella espera de mi, que es mucho menos de lo que puedo dar. No digo su nombre, no soy digno de escribirlo, y la verdad no quiero que ella se entere de esto. Yo, desde un tiempo hasta ahora, lidio con mis sentimientos.

viernes, 24 de junio de 2011

Gene Colan

Ha fallecido un referente cultural de los sesenta y setenta. El dibujante definitivo de Iron Man y Daredevil, y una piedra angular en la narrativa gráfica. Gene Colan, a sus 84 años, ha sido la mayor influencia que han tenido cientos de artistas, a la hora de plantear una página, pasando desde la acción a momentos de reflexión perfecta.
 Gracias maestro por compartir sus lápices con millones de ojos, y tres generaciones de lectores. Descanse, que se lo ha ganado.